Seguimos con la segunda parte del viaje, la parte más bonita una vez superados el vuelo y todos los tramites…… Ahora tocaba disfrutar, dejarse llevar por su cultura y rutinas, conocer sus gentes y paladear sus sabores.
Hay muchos sitios que visitar en Bali, no queríamos matarnos y hacer muchas rutas así que escogimos pasar 5 noches cerca del centro de Bali, para visitar sus templos y arrozales. 5 noches en una pequeña isla para descansar tomar el sol y bañarnos en sus aguas llenas de corales; la elegida fue Gili Meno, y la última noche en Kuta que está muy cerca al aeropuerto para no ir con prisas ni agobios y aprovechar hasta el último momento.
Escogimos este hotel: Pondok Sebatu Villas, está en Tegalalang, a media hora de Ubud que es el centro de Bali, al principio pensábamos que estaba un poco alejado pero agradecimos mucho haberlo hecho así, ya que el hotel y entorno eran una autentica pasada, una villa metida en los mismos arrozales!! muy tranquila, perfecta para descansar y desconectar después de cualquier ajetreado día de turismo, además como el hotel pone a tu disposición taxis para ir al centro no se nos hizo nada pesado estar un poco más lejos.
Como podéis ver en las fotos el sitio es una maravilla, escogimos villa con piscina propia y aunque es una gozada darte un baño cuando te plazca nosotros no lo usamos mucho porque al final te pasas el día entero de excursiones y en Tegalalang al estar al norte de Bali por la tarde-noche refrescaba un poquito y no apetecía mucho, de hecho por la noches dormíamos con edredón…. con la piscina que tiene el hotel para todos era mas que suficiente. A mi me encantó ese clima porque la máxima por el día podía ser 28 grados, perfecto para hacer turismo y no morir en el intento….. y por la noche bajaba a 20 o 19 grados… genial para dormir como un bebe. Yo que no llevo muy bien el calor extremo estaba feliz como una perdiz !
La cama era gigante para dormir los tres a nuestras anchas y Mateo disfrutó como un enano con la fauna, estábamos en plena selva y teníamos en el jardín todo tipo de animalitos o bichitos. Me encanta su espíritu amazonas y como coge cada animalito con cuidado sin ascos ni miedos…. Por el tema mosquitos, todas las camas vienen con mosquiteras, pero en Tegalalang no hizo falta usar nada, el clima es un poco mas frío y no había mosquitos por la noche. Todas las habitaciones tienen frigorífico y tetera para calentar, genial para calentar el agua y hacerle el bibe con la leche en polvo que llevé. Aunque también compré un par de litros de leche de allí para tener en el frigo. La leche de vaca es igual en todas partes 🙂
La comida tanto en este sitio como en todos era ES-PEC-TA-CU-LAR, barata y buenísimaaaa. En Bali no merece la pena ir de “todo incluido” nosotros solo cogimos el desayuno, en los hoteles los precios son un poco más elevados que en la calle y estando allí de turismo es una pena volver al hotel para comer o cenar. Mateo en general llevaba comiendo mal todo agosto, por el calor solo quería fruta y bebidas frescas pero algún día si que comió de nuestra comida, siempre que no picara le ofrecíamos y a veces le gustaba muy mucho. Por si las moscas llevamos una maleta con potitos, pavo, salchichas y galletas aunque eso tampoco lo comio muy bien la verdad, a pesar de todo no nos agobiamos, el niño comía cuando le apetecía y se le veía con mucha energía, yo creo que tanta energía era debido a los mini platanitos de allí que le encantaban!
Para las excursiones contratamos un guía que hablaba Español. Trisno nos enseñó en dos días gran parte de Bali, nos contó de sus costumbres, su cultura y de su amor por los niños (en Bali los nene son casi venerados!!!!) que demostraba constantemente cuidando de Mateo. Nos recogía en el hotel a primera hora, nos hacia de chofer, de guía y a ratos de niñero…. Veíamos los templos, arrozales y rincones maravillosos y al final del día nos dejaba de vuelta en el hotel…. Un trato inmejorable, os aconsejo 120% sus servicios si vais a Bali.
De los 4 días, 2 hicimos excursión con guía, 1 día excursión por nuestra cuenta y el ultimo día descansamos en las instalaciones que bien merecían de su disfrute.
El siguiente destino nos esperaba y a Mateo todavía le quedaba cuerda….. 😉 tras 2 horas de coche (allí no existen maxicosis ni sillas de auto ni nada que se le parezca….) y otras 2 horas de barco llegamos a Gili Meno, una de las 3 islas Gili en Bali que no admiten transporte a motor y solo te puedes mover en carromatos tirados por caballos 😉 Son super naturales y no están nada explotadas… Escogimos Gili Meno porque de las 3 era las mas tranquila, ideal para familias. Además en esta tienen un centro de conservación de tortugas y las puedes ver si haces snorquel.
Nos hospedamos en Les Villas Ottalia, también con piscina propia y esta si que la usamos muchísimoooo! Allí la temperatura era mas cálida y por la noche sentaba tan bien el bañito antes de dormir….. así que aquí si recomiendo 100% coger piscina. Además el niño se lo paso super bien, en la entrada a la piscina había un escalón alto en el que hacia pie y eso de andar por el agua tranquia (sin olas) era algo totalmente nuevo para el. Este hotel no era tan maravilloso como el anterior pero estuvo muy bien. Para ir a la playa teníamos que coger unas bicis del hotel y en 5 minutos llegábamos. Al niño le llevaba en la bandolera sin ningún problema, si no conocen los maxicosis imaginaros bicis con sillita para los niños…jejeje así que nos apañamos bastante bien y la bandolera en el viaje nos vino GENIAL!
Esos 5 días aprovechamos para descansar, jugar con el niño en la playa y piscina y dar paseos por la isla…. una hora y has dado la vuelta entera!!! 300 personas viven allí. Hicimos snorquel, a turnos el papa y yo durante la siesta mañananera de Mateo y la verdad que es una maravilla sumergirte y ver tantos peces de colores. También aprovechamos a darnos masajes, ya que allí son SUPER BARATOS!! Por casi 7 euros te puedes dar masajes de 1 hora…. Genial para terminar las vacaciones!
Y la última noche la pasamos en Kuta, un sitio con mucha vida, neones, tiendas y fiesta. Un contraste que nos gustó mucho, ya que con este último destino habíamos tenido de todo un poco. Finalmente en vez de una noche fueron dos, porque como ya sabéis las que me seguís en redes sociales KLM canceló mi vuelo de vuelta sin motivo alguno y nos reubicaron en otro vuelo al día siguiente…. (lo del trato al cliente con esta gente mejor no me lo ahorro). Os puedo asegurar que fue lo único malo del viaje, pero aun así contentos de que fuera lo peor que nos pasara, porque aunque fue incómodo y perdimos nuestro último dia en Kuta intentando arreglar el asunto con llamadas y emails dimos gracias que el peque no tuviera ningún percance o se pusiera malito en todo el viaje.
Esta vez cogimos un hotel mas pensado para el niño, con muchas áreas pensadas para los mas pequeños. Harris Kuta Beach es ideal para las familias, ademas tienen un servicio de niñera por si te quieres escapar a hacer unas compras al centro comercial que esta al lado, nosotros no lo usamos porque quisimos aprovechar al máximo lo que nos quedaba con el…. pero tenia muy buena pinta.
Estuvimos todos genial y contentos, recomiendo totalmente este viaje con niños o sin niños, pero si podéis reservarlo para ir con niños mejor que mejor ya que es un destino perfecto para perderle el miedo o el respeto a viajar con los peques. El clima en agosto es estupendo y esta totalmente preparado, aunque si sois unos papis un poco “milendris” he de deciros que no tienen sillas de auto, que allí van 3 o 4 en una moto sin casco, el trafico es una locura y las aceras no son una maravilla para llevar el carrito…. otro consejo que os puedo dar es que la bolsa de la sillita sea mochila, porque hay sitio en los que mejor dejar el carrito “aparcado” a la entrada e ir andando, por eso nos colgamos la mochila y llevamos lo mas importante dentro sin que nos estorbe ni miedo a que nos lo tomen prestado…..
La vuelta en el avión si se hizo mas pesada para Mateo, además el vuelo que nos pusieron era de 7 horas mas así que el nene lo notó…. Pero simplemente pudo ser comparable a un día tonto que puede tener cualquier otro día.
Jet lag si tuvimos a la vuelta, probé a darle Melamil…. Pero no se si surgió efecto la vedad, como nos coincidió con fin de semana pudimos ir ajustándonos el ritmo.
CONCLUSIÓN: viajar con niños es posible y no solo eso, es una experiencia maravillosa, gratificante, que os unirá mas y en la que aprenderás a no subestimar a tu hijo por el mero hecho de ser un bebe, nunca me pondré de escusa el no hacer cosas por tener un bebe sin haberlas intentado antes.
Mateo no podrá recordar este viaje, pero le marcará de por vida en su carácter, por lo menos su espíritu curioso lo hemos saciado por un tiempo! 😉
Siento las parrafadas interminables y las mil fotos sin filtro ( ya sabéis que esto es muy difícil para una mami) pero ha sido un viaje largo con muchas vivencias y ha sido la mejor forma de contaros todo y llevaros conmigo en la maleta.
Besos enormes y como os prometí en el siguiente post os muestro un tutorial para hacer la mochila mapamundi que tanto hemos usado en este viaje.